A FONDO: Guerra a la vulgaridad

Mañana presentamos la primera tendencia de la temporada de primavera: Alicia en el país de las Maravillas. Esta tendencia que nos traslada a un mundo mágico y libre de convencionalismos, regido sólo por la imaginación, nos invita a reflexionar sobre la ténue línea que separa lo rompedor de lo transgresor, lo genial de lo estrambótico... Pero,

¿cuándo cuidar las formas se convierte en formalismo y descuidarlas en vulgaridad?

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Escuchaba hace unas semanas una tertulia en la radio, concretamente en el programa No es un día cualquiera (RNE). Debatían sobre la sorpresa que produce el triunfo de lo vulgar en un momento en que la educación está al alcance de todos. El filósofo Jose A. Marina, uno de los contertulios, reflexionaba sobre la necesidad de admirar y buscar la excelencia frente a negar su existencia, igualando a todos 'por abajo' y estableciendo un sistema de pereza y paralización social... ¿Tiene esto algo que ver con la moda? Sin duda. Porque 'aspirar a la excelencia' significa tratar de dar lo mejor de uno mismo, tanto en el fondo como en la forma en que nos presentamos ante los demás.

FOTO Gossip Girl: Blair y Chuck en la serie

En un tiempo de absoluto eclecticismo en todos los campos de la vida, la moda no se libra del 'todo vale'. Y hay que decir que esto tiene sus ventajas: el propio estilo se impone frente a propuestas rígidas; la imaginación prevalece frente al seguimiento ciego de los gurús, ya no hay prendas de fiesta y prendas de diario. 

Como decimos, 'todo vale', depende de cómo te lo pongas y qué complementos acompañen, el resultado cambia por completo. He aquí otra gran ventaja: las posibilidades de tu guardarropa se multiplican.

Pero la realidad es que en la vida hay situaciones cotidianas y circunstancias excepcionales, y nuestro modo de presentarnos en unas y otras debe ser acorde a la importancia de cada evento.

¿Por qué? Pues, entre otras cosas, porque el vestido tiene una dimensión social y, con nuestro modo de presentarnos, manifestamos no sólo quiénes somos, sino el respeto que, entendemos, merecen las personas y las circunstancias que allí nos reúnen.

FOTO Le Figaro Magazine: Claudia Shiffer y Catherine Deneuve en el funeral de YSL junio 2008 

La moda es un lenguaje. Hablamos de quiénes somos y también de quiénes son los demás para nosotros; qué importancia les damos. Si tú estás de fiesta, yo también y mi vestido refleja la alegría. Si tú estás triste, yo lloro contigo y mi aspecto no es el mismo porque manifestará la pena con la que me uno a ti.

FOTO Just Jared: Olivia Palermo con un elegante y original vestido 

Y si vamos a la Ópera, ¿por qué hay que arreglarse más? ¿no es un signo de democratización ir con tejanos y bambas porque la Ópera es para todos?... Es una opción muy respetable, pero otra es considerar la Ópera como arte, y en ese sentido, todo lo que la acompaña debe acercarse a esa excelencia que eleva a poesía la cotidianidad.

FOTO Vogue Paris: La actriz francesa Clémence Poésy 

No está de más que repasemos iconos de estilo, en el amplio sentido de la palabra, que parecen triunfar hoy, y tratemos de aplicar un filtro a la hora de aceptar sus propuestas. La evolución del ser humano tiene mucho que ver con la capacidad de verbalizar sus pensamientos, y también de comprender los de los demás. La moda en su dimensión de lenguaje debe también desarrollarse y no caer en esa 'pereza' expresiva de la que hablábamos.

 FOTO Vogue.es: Patricia Conde el pasado mes de octubre

¿Veis cómo la 'vulgarización', ese tendencia a igualar 'por abajo', trata de instalarse como patrón de medida del estilo y, a pesar de nuestras resistencia, se empeña en imponer su ley? Hace poco lo comentaba con un amigo y llagábamos a la conclusión que no podemos "perder el 'sentido de la ocasión'".

FOTOGRAMA: Carrie, Miranda y Samatha salen a cenar

Porque si hay algo netamente humano es la capacidad de simbolizar y, el atuendo en su conjunto posee la fuerza de un símbolo: transmite significados... Aunque esto sería materia para otro post, viene al hilo de lo que estamos hablando pensar en una entrevista de trabajo, momento de auto-venta sin duda. Lo que queremos demostrar, es que somos no sólo idóneos, sino el mejor candidato... Y esto lo decimos con el CV, con nuestras palabras y, también, con nuestra imagen que nos esforzaremos por adecuar a nuestra realidad y también a lo que, entendemos, espera la empresa.

 FOTO Vanity Fair: Reportaje sobre la serie americana Mad Men

¡Y vaya si pensamos qué nos ponemos en una situación como esa! No se nos ocurre aparecer como si volviéramos de la playa o de hacer deporte; nos vestimos para esa ocasión, porque tiene importancia para nosotros.

Y entonces, ¿no será cuestión de interés? o quizá, ¿cuestión de dar el valor que tienen las circunstancias y las personas que hay tras ellas?

FOTO El Chico con Botas: Coco Chanel icono de la elegancia y el estilo

En TrendsLabBCN hemos hablado del vestido como reflejo de la propia identidad en muchas ocasiones, y nos reafirmamos en la libertad con que cada uno debe elegir su vestuario. Pero no nos queremos olvidar del papel integrador de la moda y de su dimensión social. Por eso te animamos a evitar ese 'perfil plano' que no distingue entre situaciones distintas. Cada ocasión es única y tú también puedes serlo en cada una.

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