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miércoles, 10 de agosto de 2011

Balenciaga: King of Fashion returns home

Hoy estrenamos colaboradora. Ana B. es crítica de moda. Después de estudiar económicas y de trabajar en el mundo de la gestión y de los recursos humanos, actualmente trabaja en una tesis doctoral sobre el mundo de Cristóbal Balenciaga . Le interesa especialmente el modo en que se comunica y vive la moda.
Heredera de ese ambiente de modistas perfeccionistas a la antigua usanza. Guipuzcoanas para más señas, creció rodeada de LÓfficiel, Vogues y Burdas. Patrones, telas y más telas; ha sido testigo de no sé cuántas pruebas a señoras que querían un sastre de tweed en invierno y otro de hilo en verano y estar deslumbrantes en la boda de su hijo porque iban a ser las madrinas. Ella dice que esta experiencia marca la vida, incluso la visión de casi todo. Por eso, sus debilidades son los libros y revistas de moda y de fotografía, no importa la nacionalidad, y el tacto de una seda gruesa. Se le van los ojos con un buen corte y con el color de la lana 100%. Convencida de que la imagen no lo es todo, pero vale más que mil palabras.
Disfruta investigando la historia de la moda y cómo se ha comunicado a lo largo del tiempo. Está convencida de que vivimos momentos interesantísimos : Internet, y en concreto los blogs y twitter lo están revolucionando todo, el fashion system especialmente.
¿Es o no un lujo contar con ella? ¡Gracias Ana!. Esperamos que este sea el inicio de una larga colaboración. Si quieres seguirle los pasos visita  su blog: http://coolvisionaire.blogspot.com


 Modelo de Balenciaga inspirado en la indumentaria de los arrantzales de Guetaria (1951)


Muy honrada por participar en este gran blog. Y especialmente porque la invitación me haya llegado por Cecile, alguien con quien la vida ha querido reencontrarme de nuevo. La razón esta vez es Cristóbal Balenciaga. Un reto enorme. Así que intentaré estar a la altura del tema y de los lectores de TrendsLabBCN. Muchísimas gracias.



FOTO: El maestro trabajando

Es ya una obviedad decir que Cristóbal Balenciaga nació en Guetaria. Algo que prácticamente todos hemos escuchado alguna vez. El sitio no nos es desconocido. En Guetaria nació también Juan Sebastián Elcano, el primero dicen, en dar la vuelta al mundo. El lugar se asienta en una escarpada y agreste colina volcada al mar, donde no hay espacio suficiente para grandes explotaciones agrícolas, pero cuyo peculiar ecosistema hace que sea el sitio perfecto para cultivar interesantes delicatessen. Que el txakoli o el tomate sean de Guetaria, por favor.

FOTO OBJETIVO GUIPUZCOA. El famoso "Ratón de Guetaria"
El genio de Cristóbal Balenciaga nació también en este espectacular lugar y también dio la vuelta al mundo. El mercado norteamericano de la moda le conocía en los cincuentas como King of Fashion. Guetaria era un pueblo de pescadores, porque a la mayoría no le quedaba más remedio, pero donde cada verano, periódicamente, fiel a su cita con los baños de mar y siguiendo a los reyes, llegaba desde finales del siglo XIX buena parte de la aristocracia española. Entre ellos los marqueses de Casa Torre. Ella, la marquesa, fue la gran mentora de Balenciaga, y quien le hizo evolucionar del humilde oficio, que el pequeño Cristóbal había aprendido de su madre, al mundo de la sofisticación y de la elegancia, que las grandes damas españolas descubrían en sus viajes a París.



Alfonso XIII y Victoria Eugenia en Guetaria con motivo de los actos conmemorativos
del cuarto centenario de la vuelta al mundo de Juan Sebastián Elcano


Guetaria significa todo lo que es Balenciaga. Es el lugar de obligada visita para entender quién fue este grande de la alta costura. El sitio donde uno descubre el lenguaje propio de la obra de Balenciaga: belleza sutil, sobriedad y contraste. Las tres patas que encuentran unidad en el concepto de perfección que obsesionaba a este modisto de Guetaria. Una estética que provocaba expectación en todos los entendidos del mundo de la moda de la década de 1950 y 1960
 FOTO modelo de 1953
Los que esperaban para presenciar uno de sus desfiles, o los que esperaban abrir la prensa con alguna noticia en torno a Balenciaga, sabían que iba a haber sorpresa. Balenciaga era sinónimo de novedad. Pero no de una forma brusca. Sabían que no iba a subir o bajar radicalmente el largo de una falda; ese claramente no era su concepto. Sí intuían, sin embargo, que aquella chaqueta con cierto volumen en la espalda, tan ligeramente diferente a la de todos los demás modistos que había presentado en la temporada anterior, iba a evolucionar en algo más. ¿En qué?, ¿quizás en un vestido ablusonado en la espalda?, ¿quizás en una chaqueta más voluminosa aún para desmarcarse de la moda dioriana de marcar exageradamente la cintura? Todo podía ocurrir en un desfile de Balenciaga.
FOTO: De chaquetas entalladas evolucionó a cortes mas sueltos
Y el color. También había mucho efecto sorpresa en el color. Balenciaga sabía que la calidad de las lanas y sedas que le ofrecían los mejores proveedores textiles de la alta costura francesa interpretarían mejor que nada esa paleta de contrastes de su Guetaria natal. El modisto alternaba desde el gris más profundo, marengo, casi negro, hasta el amarillo más deslumbrante. Ese era su imaginario estético, el que había absorbido en Guetaria cuando era niño. La oscuridad del mar enfurecido y la luz que trae la calma tras la tempestad. La inolvidable editora de Harper´s Bazaar y Vogue, Diana Vreeland, dejó escrito en sus memorias  este enorme sentido del color de Balenciaga:
"(He) had the most sense of color,
his teté de negré,
his café au lait, his violets, his magentas, and his mauves (…) I´d never seen them before!
It´s the light, of course, the intensifying light of the Basque country. There´s never been such a light. That was Balenciaga´s country”.



 FOTO: abrigo Amarillo de 1966, del libro catálogo del Cristobal Balenciaga museoa
Guetaria continuó siendo siempre fuente de enorme inspiración para Balenciaga. Volvía siempre que podía. Muchas veces después de las maratonianas jornadas de presentación de las colecciones. John B. Fairchild, de la familia fundadora de WWD, el inventor del término de King of Fashion para referirse a él y que no perdía detalle de lo que sucedía tras el telón de la alta costura parisina, descubrió también la importancia de Guetaria en la vida de Cristóbal Balenciaga:
“He still likes to visit Guetaria and stroll alone on the narrow streets.
During his visits he wears an old sweater
and a dark blue fishermen´s cotton drawstring pants.
He enjoys walking up to the top of El Ratón,
a mouse-shaped mountain overlooking Guetaria.
The seamen say he goes up there to reminisce”.
FOTO: VanityFair. Inauguración del Museo Balenciaga
Y qué mejor ocasión para descubrir Guetaria y sus contrastes que visitar el recién inaugurado museo en su honor. La colección que alberga el Cristóbal Balenciaga Museoa es amplia y recoge todas las etapas creativas del modisto. Aunque no son las piezas más espectaculares, sí es valiosísima la aportación de sus trajes de los comienzos en San Sebastián, piezas antiguas, en las que puede apreciarse ya el arte implícito y sobre todo, esa voluntad de lograr la perfección que le acompañó hasta el final.
La idea de la división de la exposición en Comienzos, Día, Cóctel, Noche, Novias y Esencia, permite disfrutar de la creatividad del modisto haciendo vestidos para ocasiones tan distintas.
FOTO: Sobriedad y simplicidad en sus creaciones de día
El día era para Balenciaga el momento de la sobriedad, y en ese apartado inventó pinzas y cortes, o los evitó para crear vestidos sorprendentemente elegantes desde la simplicidad.


FOTO: Victoria&Albert Museum
El cóctel y la noche eran para él la ocasión para lucir tejidos ricos, suntuosos y volúmenes inolvidables. Y haciendo vestidos de novia, Balenciaga sintetizaba ambos conceptos: utilizaba la sobriedad de un tejido blanco para hacerlo volumen a través de patrones que solo un artista podía construir.
FOTO: Museo Balenciaga
La última sala, Esencia, es un espacio que recoge piezas emblemáticas de Balenciaga, piezas a estudiar por su concepto.
El recorrido es interesantísimo para hacerse cargo de la creatividad e innovación que significó y sigue significando el arte de Balenciaga. El modisto que fue lo máximo en la edad de oro de la alta costura francesa y que sigue siendo hoy fuente de inspiración constante para diseñadores actuales de todas partes.
Una sugerencia: Si tienes la suerte de visitar el pueblo natal de Balenciaga me permito sugerirte que no dejes de saborear los exquisitos pescados de los restaurantes Elcano y Kaia, o de degustar unas sardinas con txakoli en el puerto.

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2 comentarios:

  1. Hola, yo soy de Getaria y me ha encantado el artículo.
    Esta muy bien explicado y resumido quien fue y sobre todo su relación con Getaria pero quiero matizar que la foto que aparece del pueblo, no es Getaria sino Mutriku, otro pueblo pesquero de la costa guipuzcoana.

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  2. Gracias por tu comentario y por tu matización. Al buscar imagenes que ilustraran el texto de Ana, el buscador nos jugó una mala pasada... Lo hemos corregido. Muchas gracias y esperamos seguir contando con tus aportaciones. KT!

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