A FONDO: Lección de geometría

Hay que ver cuánto cambia una habitación con sólo cambiar los cuadros que la decoran. Hace poco tuve una experiencia que me lo confirmó, y pensaba que si nuestro cuerpo se convierte en lienzo para los diseñadores, así cambia nuestra imagen cuando pasamos de los colores lisos y monocromos a los estampados.

 No sé si os pasa lo mismo, pero a mi me encantan los estampados cuando los veo en las tiendas. Me parecen más alegres, rompedores… pero en mi armario, en un 95% , predominan los colores lisos…¿Por qué nos cuenta tanto vestir de estampado?. Es verdad que es más fácil tener un buen fondo de armario, versátil y combinable, a base de prendas lisas. Además, los looks lisos parece que aguanten mejor el paso de los años. Y si no haz la prueba “del algodón”y mira fotos de hace unos años con estampados…

Los estampados añaden “peso” a cualquier outfit, más cuanto más grandes sean,  y son también más arriesgados que los colores lisos. Por eso hay que elegirlos con cuidado, pero sin vetar su presencia en nuestro guardarropa. Leía en un blog de moda la regla de que no debemos acumular más de una prenda estampada por cada seis lisas… quizá te sirva esta referencia.

 Para las más conservadoras en este punto, que no quiere decir aburridas, este año hay buenas noticias: nos invaden estampados con efecto “liso”… me explico: Los estampados geométricos en tamaño "XS" invaden escaparates y tienen la cualidad de ofrecer, a cierta distancia ,un aspecto cercano al monocromo y menos marcado que otros estampados. De cerca permite el juego de combinaciones con múltiples colores (los que forman sus figuras), y eso ofrece la posibilidad de multiplicar el uso de la prenda y el look que quieras conseguir. 

 Por ejemplo, en el video de TELVA que comentamos la semana pasada, se separan de la propuesta de la pasarela de utilizar las dos piezas con este estampado y lo combinan con colores lisos… la primera más sofisticada, la segunda más llevable.

Aunque para las más atrevidas, también se ofrece la geometría XL... y vaya si cambia el efecto...

 Vamos a revisar esta sorpresa y, aunque lo nuestro no sea la geometría, siguenos porque esta vez…¡vamos a sacar matrícula de honor!

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