Lo que prometía ser una tarde de cine casi mágica, en compañía de una de las musas de la moda de todos los tiempos, acabó en un pequeño fiasco, mitigado por la belleza visual de su puesta en escena.
La película de la directora Anne Fontaine “Coco, de la rebeldía a la leyenda de Chanel” centra su atención en el personaje de la célebre diseñadora desde su infancia hasta que logra el éxito mundial. La espectacular actriz francesa Audrey Tatou da vida a Gabrielle “Coco” Chanel. Y no es casual. Fontaine tuvo muy claro que debía ser ella: su parecido físico hace pensar que ha nacido para interpretar este papel. En declaraciones a la revista ‘Imágenes’, la directora del film señala: “No quería recurrir a nadie a quien tuviera que modelar, maquillar o disfrazar para que pareciera Coco. Audrey posee las proporciones adecuadas, y esos rasgos de chico joven. Tiene ese toque andrógino que tenía Coco”. Sin embargo, las críticas no han sido muy benévolas hacia la interpretación de la protagonista. Siendo ella el centro de gravedad de la película, no tiene el carácter ni la energía interior que debería transmitir un personaje con la fuerza de Chanel. Al final, el punto débil de la película es precisamente esa falta de garra que acaba reduciendo la historia de esta revolucionaria mujer a través de la moda, en una historia de amor de serie televisiva.
Como puntos fuertes cabe señalar la recreación de la época con el cuidado exquisito a las creaciones de la protagonista. Esto se logra no solo a través del vestuario (bravo por Catherine Leterrier, diseñadora de vestuario de la película) sino respetando al máximo las localizaciones de rodaje (Normandía y París) para respetar el “espíritu de Chanel”.
En resumen, una exquisita puesta en escena para una historia carente de fuerza y emoción. Bien es verdad que centra su relato en la primera parte de la biografía de Coco Chanel, antes de alcanzar reconocimiento social, pero es que no se adivina por ningún sitio la genialidad que floreció en la mujer que hoy conocemos, su visión del mundo, de la mujer y, como consecuencia, de la moda. Una excesiva atención a los devaneos amorosos que le ayudaron a posicionarse, acaba eclipsando el nacimiento de un talento tan singular, los porqués de su genialidad.
Estamos ante una cinta pulcra y correcta que acaba dibujando un pobre retrato de una de las figuras femeninas más influyentes del siglo XX.
¿y tú? ¿ya la has visto?
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