A FONDO: ...Y Punto!

El invierno es tiempo de abrigarse, de disfrutar envuelta en tejidos que te abrazan y te hacen sentir a salvo de las inclemencias meteorológicas de la temporada. Y mira por donde, el rey del invierno es un protagonista humilde que no lo cambiamos por nada cuando se trata de combinar comodidad y estilo. Esta semana hablamos del punto que, de distinta manera y con matices diferentes, esta presente en las pasarelas de muchos diseñadores y en los looks de todas las tendencias de la temporada.

 FOTO VOGUE: Alexa Chung con un jersey combinado con camisa de topos y pantalón negro

Si algo llama la atención es su versatilidad: resiste los cambios de la moda y se adapta sin problema a todas las generaciones. Un tejido que tiene su historia, aunque si se le puede buscar algún “pero”, es que no lleva bien envejecer…y sucumbe ante el paso del tiempo. 

FOTO VOGUE: Celine nos sorprendió con modelos retro, a la calla y cuelolo alto. Urbanos 100%

Por eso es difícil encontrar piezas que se hayan conservado en buenas condiciones, aunque os invitamos a un breve paseo por la historia del punto que es más amplia de lo que puede parecer.

Maguelonne Toussaint-Samat (“Historia técnica y moral de los alimentos”) afirma que el tejido de punto deriva de la fabricación de redes para la caza o la pesca confeccionadas en lianas o tiras de cuero que se empleaban antes del Paleolítico. El entrelazamiento de los puntos podía realizarse a mano sin emplear ganchillo o agujas.

En cuanto al lugar donde vió la luz, se cree de forma unánime que el origen de este tipo de labor se halla en Arabia, y que sus habitantes lo extendieron por Occidente a partir del año 622 d.C

Pero, el testimonio concreto más antiguo que se tiene en la actualidad,  es un conmovedor zapatito de bebe hallado en una tumba egipcia del siglo III de nuestra era. Están realizados con lana. Tienen una división en los dedos, por lo que se cree que fueron diseñados para llevar sandalias. Están hechos con una sola aguja, técnica precursora del tejido en punto con dos o más agujas.
 

También se encontraron mocasines hechos con punto de dos agujas en las tumbas de romanos hacia entre el. Son piezas elaboradas con hebras entretejidas y cosidas con aguja…¡y con una enorme paciencia y habilidad!. Un detalle sorprendente: sus colores imitan los azulejos y tapias de aquella época.

FOTO Neomoda.com. Missoni, otra firma que cuenta historias, esta vez con el punto como lenguaje

Otras “supervivientes” del punto, esta vez realizadas con dos agujas, son unas medias llamadas ‘calzas’ de Saint-Germain, pertenecientes al Abad de Moutiers-Grandval (Suiza), las cuales datan del siglo VI y están tejidas en redondo. Actualmente se conservan en el museo de la ciudad… ¡quien se lo iba a decir al Abad!. También, se han encontrado fragmentos de prendas de punto de origen oriental (por ejemplo, guantes, medias y cinturones) que hoy en día es posible admirar tanto en el Museo Metropolitano de Nueva York como en el Instituto de Arte de Detroit. La confección de estas piezas se remonta a los siglos XII o XIII. En nuestro país, el punto, como tantas cosas, llegó por mar, a través de comerciantes, como un producto de artesanía.

FOTO Youthquake. El punto permite multiples combinaciones

En la literatura encontramos una referencia realmente antigua. ¿os acordáis de la imagen de Penélope, en la Odisea de Homero, tejiendo y destejiendo su vestido mientras esperaba a Ulises? Pues no podía ser más que de punto. Si no, difícil hubiera sido mantener el engaño durante los 20 años que esperó su vuelta.

En cuanto al arte, parece que la primera obra que muestra a alguien tejiendo es La Virgen haciendo punto del Maestro Bertram(1345-1415), en la que se representa a la Virgen tejiendo ‘con cuatro agujas’. Ese era el uso de la época (siglo XIV). y forma parte del famoso Retablo de Bexterhude, en el Kunsthalle de Hamburgo.

En el siglo XIX, con las posibilidades que ofreció la mecanización, se inventaron puntos calados muy finos que se aplicaron en chales, manteles y gorros. Y….¡ viva la imaginación! … se desarrollo el arte de tejer con cuentas conocidas como abalorios, formando grecas, leyendas e incluso pequeños paisajes realizados minuciosamente, con lo cual se lograban ¡verdaderas obras de arte!

Isabel Marant nos traslada a lejanas tierras usando el punto para evocar tribus nómadas

Os dejo al abrigo de la semana más “amorosa” del invierno. Toma nota de cómo usar, combinar y transformar tus prendas de punto, que aunque tenga mucha historia, tiene un gran presente y un futuro prometedor.

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