A FONDO. De lo exclusivo a lo democrátrico: la haute couture y el prêt-à-porter

Hubo una época en que la moda era algo exclusivo de la alta sociedad... pero fue una época, ahora, la moda, está a la alcance de todo el mundo. Vivimos en la era de la democratización de la moda.

FOTO YVES SAINT LAURENT: el diseñador en sus inicios profesionales

La very important people (VIP) asistía a desfiles exclusivos y ocupaban el front row de la pasarela. Los diseñadores mostraban sus creaciones, convertidas en piezas únicas y llenas de glamour, mientras que las refinadas clientas suspiraban por los modelos que veían con la certidumbre de poder adquirir y lucir un look único e irrepetible. 

FOTO CHRISTIAN DIOR: el reconocido diseñador en la pasarela parisina

Es entonces cuando se acuña el término francés haute couture. Los diseñadores crean piezas únicas, convirtiéndose en auténticas obras de arte. Es un trabajo puramente artesanal en el que cada prenda y diseño se puede considerar como una auténtica joya. Los desfiles se celebran en salones exclusivos e íntimos, en un ambiente de lujo y exuberancia.

FOTO elle.es: Christina Dior haute couture París ss'10

Años más tarde, la sociedad evoluciona y la moda empieza a llegar a más gente. Esto ocurre en los sesenta cuando irrumpe el prêt-à-porter, de nuevo un término francés, en este caso para definir lo que se llama “listo para llevar”.

FOTO vogue.es: Christian Dior prêt-à-porter París ss'10

Fue entonces cuando las empresas del sector cambian su modo de producción, fabricando a gran escala sin perder el diseño y la calidad en la confección. La moda llega ahora a más gente. Los desfiles se masifican y los medios de comunicación contribuyen a una mayor difusión en la sociedad. Todo este despunte de la nueva pasarela se convierte en un boom en los noventa cuando las pasarelas ven desfilar a muchos y prometedores diseñadores.

 FOTO vogue.es: Carolina Herrera prêt-à-porter New York ss'10

Entonces, las grandes empresas de la alta costura empezaron a crear también sus colecciones prêt-à-porter para aumentar sus ingresos pero sin dejar de lado sus creaciones haute couture, consideradas las creaciones más exclusivas y auténticas.

FOTO elle.es: Chanel haute couture París ss'10

En ese sentido, la alta costura nunca perderá su valor de exclusivo, es decir, las propuestas de los diseñadores siguen siendo modelos únicos y completamente personalizados, el valor de la joya no se devalúa.  Las grandes pasarelas como París ven desfilar colecciones de haute couture y de prêt-à-porter de algunas de las firmas internacionales más reconocidas como Christian Dior, que no quieren perder la oportunidad de seguir mostrando sus obras de arte a la vez que exponen sus nuevas ideas 'listas para llevar'.

FOTO vogue.es: Adolfo Domínguez prêt-à-porter Madrid ss'10

Hoy por hoy, la alta costura está más ligada a conceptos puramente marquetinianos. El objetivo empresarial de las empresas de la haute couture es hacer una estrategia de marca, lo que en marketing se conoce como branding. Las pasarelas sirven a estas empresas como escaparate para transmitir su filosofía de marca, sus ideas, los nuevos conceptos e incluso, las que se lo pueden permitir, demostrar su posicionamiento, poder y prestigio.

FOTO elle.es: Givenchy haute couture Paris ss'10

Sin embargo, la estrategia que se esconde detrás del prêt-à-porter tiene un objetivo comercial más claramente definido. Por la pasarela desfilan looks para llevar que, aunque sean de lujo, su producción ya no es artesanal ni exclusiva sino que está pensada para llegar a más gente.

FOTO vogue.es: Zac Posen prêt-à-porter New York ss'10

Otro de los elementos para cuidar esta estrategia de marca de la haute couture es el cuidado del sitting en el front row de las pasarelas. Numerosas celebrities presiden los desfiles lo que ayuda a las distintas firmas a posicionar su imagen a la vez que consiguen un mayor impacto mediático.

FOTO: front row de Christian Dior en París

Mientras que la alta costura nació como la moda exclusiva para las mujeres de la alta sociedad parisina, con el tiempo, la haute couture se ha convertido más en un espectáculo artístico en el que los diseñadores, en su faceta de genios, dejan volar el duendecillo de su imaginación para mostar sus creaciones en una pasarela que se convierte en una suerte de exposición temporal de arte, y en el que los modelos son auténticas obras de arte. Es el arte en el más puro estado.

FOTO elle.es: Elie Saab haute couture París ss'1o

En cambio, el prêt-à-porter, sin dejar de ser grandes creaciones de los diseñadores, tiende a ajustarse más a las necesidades reales de los consumidores de acuerdo a las tendencias que marca el sector.

FOTO vogue.es: Lydia Delgado prêt-à-porter Cibeles ss'10

Haute couture y prêt-à-porter nos acercan al mejor y más grande espectáculo de la moda, una, más exclusiva, la podemos ver y disfrutar; la otra, más democrática, la podemos ver, disfrutar y lucir.

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