¡NO TENGO QUE PONERME! Haciendo las maletas

Como os prometimos el lunes, aquí tenéis un nuevo capítulo del diario de una mujer cualquiera que firma nuestra periodista-to-be Gema. En esta ocasión se embarca en la aventura de hacer las maletas para irse de vacaciones....

FOTO Will&Grace (serie): ¡Empiezan las vacaciones! 

Tras meses de rutina y trabajo se acercan nuestras ansiadas vacaciones. Pero antes de llegar a nuestro destino, nos toca pasar por el pesado trámite de hacer la maleta. Para muchos puede parecer fácil, pero en realidad hacer una buena maleta es todo un arte que requiere tiempo y organización.

Muchos optan por la vía rápida, trasladar las prendas del armario a la maleta sin más miramientos. Pero luego llegan a su destino y se encuentran con un vestuario que deja mucho que desear.

FOTO bocadosderealidad: La odisea de hacer la maleta para las vacaciones

Si quieres sentirte cómoda, lucir bien tus prendas veraniegas, tener un vestido para todos los eventos e ir tan conjuntada como en las revistas, no hay duda: una buena maleta es garantía de éxito.

“Un destino, una maleta”, esta es la premisa principal para planear tu equipaje. No es lo mismo irse a la playa que irse a la montaña. La elegancia es también, ajustarse al entorno y hay atuendos que chirrían en según que paisajes por inadecuados.

Hacer el equipaje es pensar continuamente en el “por si”: “por si me invitan a tal fiesta”, “por si me muero de frío” …. Los "por sis" son todo un problema porque al final barajas todas la opciones y te llevas todo el armario. Ser previsora es bueno y salvará a más de uno de muchos atolladeros u ocasiones inesperadas, pero conjeturar en exceso nos llevará a hacer una mala maleta, de aquellas que hay un poco de todo y mucho de nada.

FOTO LV: un destino ¿una? maleta... 

Un truco infalible es pensar en el viaje como un conjunto de eventos –la cena en un restaurante, el día de playa, las visitas a los lugares de interés de la ciudad, etc. – y recordar que ropa nos pusimos la última vez que hicimos esas cosas. Además hacer el equipaje es la ocasión perfecta para idear nuevos conjuntos, así en la maleta no sólo habrá un montón de vestidos desparejados, sino todo el vestuario planeado para las vacaciones.

FOTO Elle: Vestuario planeado con antelación

El tamaño de la maleta también es importante. Cuantas veces lo tenemos todo preparado y cuando empezamos a depositarlo, nos damos cuenta de que no nos cabe ni la mitad de las cosas. Elige tu equipaje en función de las cosas que vas a llevarte o bien pon como límite el espacio de tu maleta.

Aunque muchos intentan seguir este consejo la mayoría nos vemos abocados a sentarnos encima de la maleta para intentar contra toda lógica que cierre como sea.

Si eres de las que jamás has hecho una lista, no aprovecharás la ocasión de las maletas para iniciarte en el mundo de los listados y los tachados, eso está hecho para mentes ordenadas y organizadas y tú no eres de ésas, seguramente la lista te sacará de quicio. Sin embargo, si funcionas por la vida con inventarios que mejor ocasión para hacer uso de ellos que el hacer un buen equipaje.

Hay quien hace la maleta, como si de un puzzle se tratara, todo debe encajar a la perfección, milimétricamente, nadie espera menos de esa mente cuadriculada y extremadamente ordenada. Pero los que no gozan de ese privilegiado modo de ver las cosas, optaran por la vía fácil: meterán sus vestidos sin seguir ningún tipo de estructura predeterminada, aunque saben bien que para hacer las maletas hay que dejar de lado el caos.

Llevar a la práctica todos estos consejos es más que recomendable, pero es una tarea ardua y difícil y pocas veces la maleta saldrá como esperabas en la teoría. En realidad cada uno hace el equipaje sui generis. Parece mentira, pero el modo de hacer una maleta y el resultado de ésta es un reflejo de nuestra ambivalente personalidad.

FOTO hola.com: Lo que llevamos y cómo lo llevamos dice mucho de cada una

Si alguien viera nuestro equipaje antes de deshacerlo tendría la ocasión perfecta para definirnos en una palabra: caótica, organizada, previsora, inadecuada, hipocondríaca …. También sabría cuáles son nuestras prioridades. La maleta es una caja de sorpresas que queramos o no nos califica. En nuestra mano está intentar seguir una serie de consejos haciendo el equipaje con cabeza, para que quién lo abra vea simplemente una maleta bien hecha.


Estamos de vacaciones... ¡a hacer maletas!

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