En esta semana tan cortita en la que disfrutaremos de un puente, vamos a pasearnos por escaparates de impacto… si si, impacto. Y es que nos sorprenden con una característica que nos conecta con la ola tecnológica de la que hablábamos la semana pasada.
Una marca que no solo se ha sumado a esta tendencia si no que ha dedicado todo un espacio a recrearse en la moda es Loewe. Ya os hablamos de este espacio con motivo de su inauguración, pero esta vez nos fijamos en la utilizacion de las tecnologias 3D para hacernos vivir la moda en todas sus dimensiones.
La Galería Loewe, no es el resultado del azar sino del trabajo de dos años que culmina en lo que hoy encontramos en su espacio del Paseo de Gracia barcelonés. En realidad es un resumen de los 160 años de historia de la marca en 580m2. Y en ese resumen se contemplan los dos pilares de la firma: su tradición e identificación con la cultura española y un proyecto de exposición tecnológicamente a la vanguardia.
Si la semana pasada apuntábamos a la importancia de los sentidos, podemos decir que este espacio esta dedicado a ellos. Además del espectáculo visual, una música y una fragancia han sido realizadas especialmente para esta puesta en escena, y las diferentes texturas de los materiales Loewe están presentes para estimular el tacto.
Lucas Elliot, director ejecutivo de boolab, la productora que ha creado el concepto audiovisual y experiencial del espacio, explica que quisieron dar a la galería "un enfoque de museo más orientado a la experiencia y la sensorialidad que a la información lineal". ¿no os parece interesante? Acercarse y acercar la marca a través de los sentidos.
El objetivo: "Que el conjunto de experiencias fueran desarrollando en el visitante una narrativa relativamente abstracta en su forma y tono, pero muy concreta en su mensaje".
Sigue Elliot: "Una historia de 160 años habría dado para llenar paredes y paredes de fotos y de información, pero queríamos que las personas se impregnasen del estilo y los valores de marca de Loewe. Que salieran del museo teniendo una nueva idea de ella".
El bolso Amazona es el protagonista del primero, símbolo de la marca. Su bienvenida es un homenaje a Gaudí: en el escaparate principal encontramos el esqueleto del bolso Amazona, construido con cuerdas y bolsitas de arena, siguiendo los proyectos tridimensionales del genio catalán.
A continuación podemos ver los diferentes estadios de construcción de las 65 piezas que forman el modelo final. Un holograma, enseña en ocho minutos el trabajo de ocho horas que realiza un artesano cada vez que construye un bolso de Loewe.
El homenaje sigue en un mapping 3d, realizado encima de uno de los modelos, que muestra las diferentes combinaciones de color y texturas disponibles en el mercado.
Pero lo más espectacular está aun por llegar: un enorme tejido de seda se mueve como si estubiera bailando al fondo de la habitación empujado por las corrientes de aire generadas por unos ventiladores, memoria del ‘duende´ del baile flamenco. Y si pasas por delante no dejes de asomarte al suelo de cristal de la entrada para descubrir la obra de Daniel Wurzel.
Y ahora nos sumergimos en el mundo del cuero, representado por un árbol alto de más de tres metros y cubierto por todos los diferentes tipos de pieles utilizados por la marca, unos 50 en total. El árbol se ilumina con un mapping que recuerda el movimiento y los sonidos de los elementos naturales.
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