sábado, 5 de junio de 2010

¡NO TENGO QUÉ PONERME! Día de shopping

Volvemos a tener con nosotr@s a Gema, nuestra estudiante de periodismo; ahora que ya tiene el armario en orden, se enfrenta a un día de shopping... 

UN DIA DE SHOPPING... ¡NO A LAS COMPRAS COMPULSIVAS!

Quien más quien menos, nos hemos sentido identificados, con Rebecca Bloomwood, protagonista de la absurda, pero entretenida película: “Confesiones de una compradora compulsiva”, que tiene como trasfondo el libro de Confessions of a Shopaholic, de Sophie Kinsella. Y es que no es difícil, traspasar esa ínfima barrera que separa a una compradora corriente de una compulsiva.
FOTO: fotograma de la película Diario de una compradora compulsiva


Te despiertas un sábado soleado, el día perfecto para ir a la playa, pero tu agenda está a rebosar y sólo dispones del fin de semana para dedicarte de lleno a ir de shopping. Además, hoy estás de relativo buen humor y tú nunca quebrantas la regla de oro: 
"Si te levantas con el pie izquierdo, NUNCA vayas de compras”, acabarás el día mucho peor de como lo empezaste.
FOTO:  Diane Kruger look Casual para ir de shopping
Así que, con resignación, eliges la ropa que vas a llevar para tal ajetreado día, la elección no puede ser otra: un look casual, lo que incluye zapato plano. Pero tú “antes muerta que sencilla”, te calzas un buen tacón, sabiendo que al final del día te arrepentirás.
FOTO Fetiche: Rafa Medina y sus ScalperS podrían ser nuestros acompañantes...
Antes de salir decides que deberías ir acompañada. Nunca somos objetivas con nosotras mismas, necesitas una mirada ajena, para equilibrar tu desequilibrio. Al fin y al cabo, nos vestimos para nosotras mismas, vernos guapas y subir nuestra autoestima, pero también tienen mucho qué decir los demás.
Descartas el elenco masculino, por norma general, a no ser que sean unos apasionados de la moda, son los peores acompañantes. Siempre te dirán que todo te queda maravillosamente, con tal de salir cuanto antes del atolladero en el que se han metido. La opinión de ellos también es importante, pero si quieres que sea real, mejor en casa.
FOTO Jordi Labanda: De shopping lo mejor es ir acompañada... 
Intentas convencer alguna amiga, para que te haga de consejera por un día, pero todas están ya, disfrutando del radiante día, lamentablemente hoy no te acompañarán. Con estoicismo, asumes que tendrás que enfrentarte sola a elegir tus prendas.
Ilustración NN Hotels: Amplio recorrido para un día de compras
Después te dispones a escoger el itinerario que seguirás en tu maratoniano día de shopping: las pequeñas tiendas de barrio, en las que sabes que no correrás el riesgo de encontrarte en una fiesta con el mismo vestido que otra, o las tiendas de las grandes avenidas, de marcas como Zara, en las que a buen seguro encontrarás algo a precio asequible. Te decantas por la segunda opción, ya buscarás la exclusividad en otra ocasión.
FOTO Publicidad Career Junction: Hacer una lista con lo que necesitamos ayuda a no comprar por impulsos...
Antes de ponerte manos a la obra te comprometes, está vez sí, a buscar exactamente lo que necesitas. Ir a tiro hecho sin deambular como un zoombie, es la única forma para no llegar a casa con cuatro prendas desparejadas, que quedarán relegadas en algún cajón de tu armario todo el verano.
Entras en la primera tienda de la Gran Avenida, primero una vuelta general, te haces una idea de lo que hay, y luego ya, con más atención, escoges lo que más te gusta. Vas cogiendo prenda, tras prenda, hasta amontonar entre tus brazos montones de vestidos que superan la altura de tu cabeza. Te diriges al probador, y te encuentras una larguísima cola, te preguntas por qué todo el mundo ha escogido el mismo día, caluroso y soleado, para ir de compras.
Y llega el peor momento: Depositas los vestidos, como puedes en el colgador. Te pruebas, te despruebas, te vuelves a probar. El color de uno es perfecto pero es demasiado corto, el otro te queda como un guante pero el tono no es nada favorecedor. Siempre pasa lo mismo: el que te parecía ideal en la percha, puesto te parece de lo más vulgar, y aquel que escogiste por casualidad, resulta que se puede convertir en tu mejor adquisición del verano. Pero el agobio no acaba dentro del vestuario, fuera tienes que lidiar con la amable dependienta que  pregunta si todo está correcto ¡y tú ya no sabes si lo está!
FOTO esmas: Deberíamos hacer ejercicios de calentamiento antes de ir de shopping
Tras pasarte media hora en el probador, sales como puedes, no sin antes darte un repaso en el espejo: tu aspecto es el más parecido al de alguien que ha estado haciendo deporte intensivamente. Depositas en un brazo las prendas que te vas a quedar, en el otro las que han sido todo un desatino.
Sales de la tienda, y te encuentras a una conocida, no será la última, le sueltas la típica frase establecida para esa ocasión: "¿¡Qué... de compras!?", ella sonríe afirmativamente y proseguís vuestros respectivos caminos.
FOTO Zimbio: Olivia Palermo con su novio de compras por The Hills
Te diriges a las siguientes tiendas y todo va de mal en peor. Empiezas a notar tus pies llagados, debiste calzarte un zapato plano… Tu cuerpo no se acaba de acostumbrar de pasar del frío intenso del aire acondicionado, al sofocante calor de la calle, sabes que mañana te despertarás con un buen resfriado. Tu cabeza va a explotar, llevas toda la mañana escuchando esa estridente música de fondo, más propia de una discoteca que de una tienda de ropa.
FOTO Jordi Labanda: De shopping 
Además de no encontrar nada, te das cuenta que ese no era el mejor día para ir de compras, que en realidad no estabas de tan buen humor como te pensabas, pero sigues buscando, probándote y merodeando por las tiendas.
FOTO: Sienna Miller deambulando de shopping por Londres 
Llegas a la última tienda y todo lo que hay allí, a primera vista, te parece perfecto. No entiendes por qué llevas toda la mañana recorriendo decenas de tiendas, para llegar y comprarlo todo allí. Otra vez coges prendas hasta rebosar, otra vez al probador, otra vez observar tu aspecto, y ahora sí.
FOTO: Fotograma de la película Diario de una compradora compulsiva
Sales con tus adquisiciones del día: Un par de vestidos, una blusa blanca y unas sandalias planas, que te servirán para tus días de shopping. Nada más y nada menos. Buscabas tendencias y has acabado con lo más clásico de la tienda, ya innovarás en otra ocasión…
Estás agotada y sólo piensas en llegar a casa y poner tus maltrechos pies en remojo… Definitivamente te encanta vestir bien, pero el shopping no está hecho para ti. 
Te sientes como una acérrima seguidora de aquella ligera sección de algunas revistas de moda: “Lo quiero, lo necesito, tengo que tenerlo”, cuándo en realidad no sabes si lo quieres, aun menos lo necesitas y ni siquiera lo encuentras. Si algo has sacado en claro en este atropellado día es que: el planear al milímetro un día de compras, el comprar por comprar, normalmente, acaba en fracaso y cansancio desmedido. Seguramente las mejores adquisiciones, no se encuentran buscándolas exasperadamente, sino que das con ellas de casualidad, un día cualquiera; cada una tiene su momento...


Keep Trending!

4 comentarios:

  1. Empezar o acabar el itinerario de tiendas, entrando en la mia "Mon Atelier" sobretodo porque no hay nada igual a otras tiendas y cambio de genero constantemente, con complementos que te diferencia de lo tipico,
    PASAROS...

    Laly

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  2. GENIAL EL POST! ME HA ENCANTADO EL RECORRIDO DE SHOPPING...
    BEA

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  3. baya mierda jaja mierrrrrrrrrrrda da da da

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  4. genial me ha encantado!

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